¿Cómo es el mundo en el que vivimos?


Todas las personas compartimos y vivimos en un mismo mundo, pero no lo hacemos de la misma forma y en las mismas condiciones.
Las normas que rigen el mundo no son equitativas y justas para todos los países, y por tanto, para todas las personas.

¿Cómo pueden mantenerse, en pleno siglo XXI, relaciones tan injustas, en las que sólo el 20% de las personas (mayormente de Europa y América del Norte) poseen el 80% de las riquezas, y el 80% de la población mundial (mayormente de África) tiene que repartirse el 20% de las riquezas restantes? ¿Cómo una persona de Alemania puede comer arroz de Senegal, mientras que los propios senegaleses tienen que importar arroz de otros países?¿Cómo barcos españoles pescan en aguas africanas, mientras miles de pescadores africanos se ven empujados a migrar a Europa, por falta de recursos pesqueros? ¿Por qué cada vez más aparecen, en España y Europa, leyes que legalizan la exclusión de una parte de la población como son las personas dependientes o las personas migrantes? ¿Por qué se reducen los presupuestos de áreas, tan importantes para la sociedad en su conjunto, como la sanidad, la educación o los servicios sociales, mientras se facilita el rescate de instituciones bancarias y financieras que nos han llevado a la crisis actual? ¿Por qué se globalizan la explotación de los recursos y la economía, pero no se globalizan los derechos humanos y el disfrute de los recursos?

Estas situaciones ponen de manifiesto la injusticia en la que están basadas las actuales relaciones intercontinentales e interpoblacionales, donde las personas e instituciones enriquecidas, cada vez se enriquecen más a costa de las pobres, que cada vez son más pobres.

Para romper esta relación desigual, debemos luchar por la justicia y la igualdad de los derechos de todas las personas, creando lazos de cooperación (trabajo común, donde todas las personas en igualdad de oportunidades aportan sus ideas) y unión entre las comunidades y los países del Norte y del Sur, que apoyen y desarrollen las potencialidades e inquietudes de todo el mundo.

Las personas de los países enriquecidos, entre las que nos encontramos los grupos scouts, tenemos la responsabilidad y obligación de conocer la situación en la que se encuentran los países empobrecidos, sus habitantes, y la relación que tiene nuestro estilo de consumo y de vida con dicha situación, exigiendo, a las instituciones y grandes corporaciones, unas relaciones igualitarias entre los países, basadas en el respeto, los derechos humanos y las personas.

La configuración social de nuestros pueblos y ciudades está formada, cada vez más, por personas de distinta procedencia, con distintas culturas y diferentes formas de entender y disfrutar de la vida. Estas personas, además de venir a trabajar y en busca de un futuro para ellos y sus familias, también comparten y se encuentran en nuestros mismos colegios, plazas, calles, centros comerciales, tiendas, hospitales, etc.

La convivencia entre diferentes culturas puede ser enriquecedora, pero esta no será posible si no trabajamos por la creación de un espacio donde, todos y todas, podamos disponer de los mismos recursos y oportunidades, y, además, aprovechemos la oportunidad de conocer, disfrutar, discutir e intercambiar opiniones y acciones. Esto nos llevará a la construcción de una nueva realidad, donde todas las personas tengamos cabida y sepamos disfrutar y respetar los mismos derechos y deberes.

¿Qué personas están más excluidas?

logoA nivel mundial las personas que están más excluidas son las MUJERES Y NIÑAS. En esta propuesta didáctica, trabajamos de manera transversal, las situaciones de exclusión en la que viven, intentando visibilizar sus necesidades, su realidad y sus derechos.

A continuación os dejamos algunos conceptos que nos gustaría que tuvierais claros para la realización de las actividades, sobre todo, en el momento de las conclusiones.

Género:

El concepto de género es una construcción social y cultural en torno a la característica sexual, por tanto dependiendo de donde seamos y del contexto en el que vivamos, se esperan diferentes cosas (responsabilidades y funciones) de nosotras y nosotros según seamos mujeres u hombres. Esto provoca que se limite el desarrollo de nuestras capacidades, las cuales pueden no estar valoradas o incluso, mal vistas, generando grandes desigualdades en el acceso a derechos, en el disfrute de la vida o en el reconocimiento social.

Cuidados:

Los cuidados son las tareas cotidianas de gestión y mantenimiento de la vida, como por ejemplo, el mantenimiento de los espacios y bienes domésticos, el cuidado de los cuerpos, la educación/formación de las personas, el mantenimiento de las relaciones sociales o el apoyo psicológico a los miembros de la familia. Son la base misma de la vida y siempre han estado ahí aunque a veces los naturalizamos y nos cuesta diferenciarlos y otorgarle entidad propia.

Se asume que las mujeres son las que deben encargarse de manera “natural” del cuidado y se piensa incluso que cuidar es lo que da “sentido” a sus vidas. En muchas ocasiones, también se asume que las mujeres deben encargarse también de la familia ampliada (incluyendo a la familia del esposo). A su vez, esto hace que, en una mayoría de casos, los hombres se desentiendan de su propio cuidado o no asuman las responsabilidades en el cuidado de otras personas.

Se observa como las actividades relacionadas con el sostenimiento de la vida (trabajo de cuidados) y que en su mayoría realizan las mujeres, no están remuneradas, casi siempre ocurren en el ámbito de lo privado, se consideran no cualificadas y, por tanto, no generan derechos. Sin embargo, el trabajo remunerado, lo que entendemos por “empleo” no sería posible sin todo el trabajo de sostenimiento de la vida que realizan tantas mujeres. Los pilares de los cuidados son: el trabajo no remunerado de las mujeres en la familia y el trabajo precario de las empleadas de hogar.

El objetivo de todo modelo de desarrollo debe estar orientado a garantizar las condiciones de sostenibilidad de la vida, con la corresponsabilidad de los hombres, las empresas y las instituciones, donde los cuidados (el cuidado de las personas y el cuidado del medio ambiente) sean la base fundamental para mantener una vida feliz, una vida que merezca la pena ser vivida.

Cadena global de cuidados:

En España, el trabajo de cuidados es una actividad que progresivamente han ido asumiendo las mujeres inmigrantes, quienes en la mayoría de los casos, se tratan de madres que dejan menores en su país de origen, quienes serán atendidos por personas, generalmente mujeres de su familia (sus tías o abuelas), con lo que se conforma una cadena global de cuidados.

Violencias basadas en género:

Una de las peores manifestaciones de las desigualdades de género son las Violencias Basadas en Género, es la violación de los derechos humanos más habitual y que afecta a mayor número de personas en el mundo, por el simple hecho de ser mujeres. Las violencias pueden ser físicas, psicológicas, económicas y patrimoniales, sexuales o institucionales. La violencia también es directa (la visible) o indirecta (estructural y cultural).

Otra forma de violencia es la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Aunque las formas de explotación, el modo de operación y rutas de migración son distintas en cada región, la trata de personas con fines de explotación sexual es un fenómeno que sucede en numerosos países, siendo España uno de los principales países tanto de origen, como tránsito y destino, sobretodo en la ruta de migración procedente de África y América Latina. Según Naciones Unidas, las dos terceras partes de las víctimas de trata detectadas en el mundo son mujeres y el 79% de las personas víctimas de trata lo son con fines de explotación sexual.

Desde esta propuesta didáctica, apelamos a la libertad de elegir qué nos hace felices y el derecho a acceder a estas cosas desde la misma posición. Hay que aceptar y poner en valor el hecho de que todas las personas somos igualmente diferentes y, por ello, se deben proteger y garantizar la igualdad de oportunidades y la igualdad de resultados para todas las personas, sean hombres o mujeres.

¿Qué mecanismos generan más desigualdad?

espigasA nivel mundial, uno de los problemas más graves, por sus consecuencias, por las dimensiones y por el número de personas e instituciones implicadas es EL ACAPARAMIENTO DE TIERRAS.

A continuación os dejamos algunos conceptos, que nos gustaría que tuvierais claros para la realización de las actividades, sobre todo, en el momento de las conclusiones.

Acaparamiento de tierras:

Muchas empresas multinacionales y Estados están comprando (a precios ridículos) grandes extensiones de tierras en otros países con fines comerciales, de manera que, en la mayoria de los casos, muchas familias se ven forzadas a salir de sus tierras y la producción de alimentos en ella se ha visto reducido debido a la especulación. Esto es a lo que llamamos acaparamiento de tierras. Datos recientes indican que al menos 33 millones de hectáreas (superficie más grande que Italia) han sido objeto de transacciones de tierras desde 2001.

La demanda de tierras se ha disparado por tres razones: 1. necesidad de lugar donde cultivar alimentos, 2. necesidad de producir biocombustibles y 3. especulación financiera.

La mayor falacia es la que se hacen para solucionar la alimentación en el mundo. Sin embargo, a menudo crean más hambre y pobreza en lugar de reducirlos. 2/3 de los convenios de la tierra toman lugar en países con problemas de hambre serios, y mientras las personas locales son desplazadas, la agricultura de subsistencia está reemplazada por monocultivos para exportación. Por tanto, surge la pregunta de ¿solucionar la alimentación de donde? ¿con qué tipo de alimentos? ¿a qué coste?

El acaparamiento de estos terrenos grandes, a menudo, está hecho a espaldas de los pueblos que habitan en ellos, quienes han trabajado esas tierras por generaciones, robando sus hogares, sus bienes, sus fuentes de alimentación y muchas veces, sus culturas.

Soberanía Alimentaria:

La esencia de la soberanía alimentaria reside en el “poder decidir”, es decir, que los pueblos y las personas (tanto productoras como consumidoras) puedan decidir qué cultivar y qué comer, asegurando el derecho de acceso a la tierra, al agua, a las semillas.

El concepto de soberanía alimentaria fue definido formalmente por La Vía Campesina como “el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción agropecuaria, de comercialización y de gestión de los espacios rurales, en los cuales la mujer desempeña un papel fundamental” (Declaración de la Habana, 2001).

Existen 5 principios de acción para la soberanía alimentaria:

    1. El Derecho a la Alimentación: La alimentación es un derecho humano, tal y como se reconoce en el Art. 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el Art. 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC). El derecho a la alimentación no es sólo no pasar hambre, es tener acceso a una alimentación no contaminada, nutritiva y culturalmente adecuada en cantidad y calidad suficientes para mantener una vida sana con plena dignidad humana y felicidad.
    2. El acceso a los recursos productivos: para garantizar el derecho a la alimentación es necesario garantizar el acceso a los recursos productivos, es decir, garantizar el acceso a la tierra, las semillas, el agua, los bosques, la biodiversidad, el crédito y la tecnología.
    3. La producción de alimentos mediante sistemas agroecológicos y sostenibles: que respeten las capacidades de carga, los tiempos necesarios y los lazos afectivos con la tierra. La agricultura campesina y a pequeña escala es central para la soberanía alimentaria.
    4. La promoción de políticas alimentarias y comerciales equitativas: por tanto, “implica la redefinición de nuevas relaciones de poder en el sistema agroalimentario, estableciendo canales cortos donde el poder de las empresas multinacionales se reduzca en beneficio del campesinado y la ciudadanía.
    5. La elaboración de una estrategia de género para la soberanía alimentaria: en concreto, a través de los cuidados, reconociendo a la alimentación como para fundamental para el sostenimiento de la vida, quien debe estar en el centro de la economía y de la organización de la sociedad”.

Desde esta propuesta didáctica, apelamos a la creación de nuevas relaciones sociales libres de opresión y desigualdades entre los hombres y mujeres, pueblos, grupos étnicos, clases sociales y generaciones. Se apuesta por un consumo responsable y justo (en cantidad y calidad) que asegure una vida digna y feliz a todas las personas.

Compromiso con el mundo

derechosEs necesario volver a pensar y analizar el mundo en que vivimos, construyendo un nuevo modelo en el que todas las personas tengan los mismos derechos y oportunidades. Dentro de ASDE – Scouts de Andalucía, este modelo ideal y las herramientas para llevarlo acabo, se encuentran recogidas en el “Compromiso Asociativo”, una propuesta ideológica completa y comprometida con los cambios que la sociedad actual requiere.

Con el proyecto, “KAAY: Scouts Construyendo un mundo más justo” MAD África pretende aportar algunas herramientas y estrategias para acercarnos a ese “Compromiso Asociativo”, que forma parte inherente del espíritu scout.

Por ello esta propuesta educativa apuesta por la formación de personas con un compromiso claro por la acción orientada a la transformación del entorno. Para lograrlo se trabajará la formación en las causas y efectos del actual modelo social, no sólo desde un acercamiento teórico, sino a través de la “educación por la Acción”, es decir, por medio de la experimentación y en la actuación continua, que lleve a inculcarles una verdadera conciencia social y un compromiso por la movilización e implicación ciudadana.

Se pretenden formar personas austeras, abiertas y reflexivas, con sentido crítico, que cuestionen el actual modelo de consumo, de producción y de organización económica. Se propone un modelo que frente al consumismo desbordante actual, sea capaz de ofrecer una alternativa más igualitaria, y que nos enseñe a vivir mejor con menos. Además, se persigue un modelo que luche por la justicia y la igualdad en la distribución de los recursos y de las oportunidades vitales.

Pretende guiarnos hacia la asunción de unos valores básicos recogidos en el “Compromiso Asociativo” como son la justicia, la libertad, la solidaridad y el respeto a los derechos humanos y a todas las personas con las que compartimos el mundo.

Pretende conseguir personas abiertas, que trabajen por construir una identidad colectiva, que apuesten por el intercambio cultural, que fomenten valores como la acogida, la integración, el diálogo y el respecto, y que caminen hacia el reconocimiento y cumplimiento de los derechos de las personas. Proponemos una sociedad en la que todas las personas tengamos cabida y que opte por modificar las estructuras que generan exclusión social. Queremos una sociedad que respete la diversidad, la multiculturalidad y que trabaje por la interculturalidad.

Para conseguir todos estos valores, actitudes y cambios, MAD África y ASDE-Scouts de Andalucía apuestan por la transformación social mediante la participación plena y activa en la sociedad creando, de esta forma, verdadera ciudadanía.