Introducción

“Si quiere ayudar a mi país, coja todo el dinero que tiene previsto destinar a Tanzania y gásteselo en el Reino Unido en explicar a sus ciudadanos las características de la pobreza y sus causas”. Julius Nyerere, ex-presidente de Tanzania

Esta frase nos muestra una clave fundamental en nuestra misión transformadora: debemos dar a conocer los motivos que generan situaciones de desigualdad y movilizar a la sociedad para cambiar el mundo, actuando sobre las verdaderas causas, y no cayendo en actuaciones de carácter puntual y asistencialista.

En el escultismo apostamos por una educación que incide en la dimensión personal (a través del progreso individual), en la de grupo (reforzando el compromiso y la relación con las otras personas de la sección) y en la comunitaria (revisando nuestra actitud y el papel que tomamos en el mundo que nos rodea). Para ello llevamos a cabo actividades que hacen que los chicos y las chicas analicen la realidad de forma crítico-constructiva (con actividades generales, análisis previo antes de llevar a cabo el progreso personal y vida en la naturaleza), para posteriormente reflexionar sobre sus acciones y comprometerse personalmente (promesa) y culminar implicándose activamente en el cambio colectivo (desde la construcción del dique a la empresa o acción individual o el proyecto grande).

Este mismo proceso: análisis, revisión personal y acción, es el propuesto por la Educación para el Desarrollo en sus tres fases, denominadas Información/Sensibilización, Reacción y Acción. La profunda comprensión de estos tres pasos, es requisito crucial para que aseguremos una educación que logre un compromiso real de la sociedad con una transformación de base de las estructuras y elementos que producen las desigualdades, y apueste por la construcción de un modelo más justo.

El proceso de aprendizaje de la Educación para el Desarrollo

El proceso de aprendizaje propuesto por la Educación para el Desarrollo se compone de 3 pasos fundamentales. Es vital la comprensión de diversos aspectos: por un lado, los objetivos y finalidades de cada fase; y por otro, las consecuencias (críticas para el proceso) de saltarse alguna de ellas:

informacionInformación/Sensibilización. En esta primera fase se busca proporcionar a los chicos y las chicas información sobre la realidad que se quiere tratar, pero de una forma humana y que promueva la empatía. Es decir, para actuar ante una realidad, es fundamental conocer que causas están ocasionándola y cuáles son las repercusiones. Pero no debemos caer en la comunicación de datos impersonales que no nos muevan internamente, ni nos permitan ver que detrás de ellos está la vida de muchas personas. Diariamente nuestra sociedad transmite mucha información que llega a nuestros niños y nuestras niñas, que les hace “acostumbrarse” a convivir con esa realidad. Debemos traspasar esta frontera y “humanizarla”, proporcionando además claves sobre dónde debemos incidir para transformarla.

reaccion

 Reacción/ Reflexionamos sobre nuestra actitud. Muchas veces tras ver una realidad actuamos sin pararnos a ver hasta qué punto nuestra actitud y modo de vida está implicado en que se genere esta situación. Debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad y actuar en consecuencia. De esta forma, pasaremos de actuar por “ayuda” a implicarnos porque lo consideramos “justo”.

 

accionAcción/ Qué puedo hacer. Esta fase supone el cierre del ciclo y es fundamental para incorporar realmente el aprendizaje, interiorizando todo lo que se ha trabajado antes. Hemos conocido la situación y sus claves, nos hemos responsabilizado sobre nuestro papel ante el cambio y debemos sentir que somos capaces de transformar. En todas nuestras Secciones y acciones scouts apostamos claramente por “la educación por la acción”. Será en esta fase cuando más importancia cobre que sean los chicos y las chicas quienes vivan en primera persona la actuación, diseñando, proponiendo, ejecutando y siendo protagonistas del cambio.

Recomendaciones: ¿Qué ocurre si me salto alguna de estas fases?

Es muy importante que sepamos que si modificamos el ciclo del aprendizaje, no permitiremos que los conceptos y actitudes se generen adecuadamente. Vamos a ver algunos ejemplos de acciones que no se deben hacer:

1. Solo trabajamos la 1ª Fase (Información/Sensibilización)

Suele ser muy común que consideremos que hemos “educado” a nuestros niños y nuestras niñas porque les hayamos hablado sobre una realidad. Pero la información actualmente no es el problema. Están acostumbradas y acostumbrados a recibir mucha diariamente y seguir viviendo al margen de estos problemas; en general, los medios de comunicación se han encargado de hacernos “insensibles” y no debemos caer en esta misma línea.

2. Trabajamos la Fase 1ª (Información/Sensibilización) y saltamos directamente a la 3ª (Acción)

También suele ser habitual trabajar de esta forma. Conocemos la realidad de un problema desde un enfoque distante del que no nos sentimos parte ni responsables. Posteriormente pasamos a la acción, planteando propuestas que buscan el cambio en otras personas o instituciones. Es decir, no nos implica, y nos resulta fácil pedir que otras personas o entidades modifiquen su actuación. Esta es la perspectiva desde la que se plantean muchas campañas, en las que se “denuncia” hacía fuera, sin pensar en nuestra responsabilidad, y que fomentan una actitud “paternalista” y de “ayuda” pero no un compromiso real.

3. Trabajamos la Fase 1ª (Información/Sensibilización) y la 2ª (Reacción/ Reflexionamos sobre nuestra actitud) pero no llevar a cabo la 3ª

En este caso, se ha trabajado con los chicos y las chicas su aproximación a la situación, se les ha sensibilizado con ésta y posteriormente se les ha hecho “co-responsables” de la misma, revisando las interconexiones entre su modo de vida y actitudes cotidianas y la desigualdad. Si no trabajamos la última fase en la que forman parte del cambio, en la que se sientan capaces de generar nuevos métodos y soluciones, les produciremos una fuerte sensación de “impotencia”. Cuántas veces hemos escuchado “¿y yo que puedo hacer?”. En nuestro mundo hoy día impera la idea de que esta injusticia es “inevitable” y que además no podemos hacer nada por cambiarla. No debemos contribuir a este sentimiento. Nuestro objetivo es promover personas activas y creativas ante la realidad, que son motores de cambio y están convencidas de que es posible.